Martín Muñoz de la Dehesa

Con buenas perspectivas de futuro

La adecuada comunicación y su cercanía con el área industrial de Arévalo permite crecer a Martín Muñoz de la Dehesa pese a la escasez de terreno urbanizable

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

En los pueblos cercanos se le conoce como ‘Martinmuñocillo’ porque es más pequeño que el vecino Martín Muñoz de las Posadas, pero esa situación parece cambiar. Ahora Martín Muñoz de la Dehesa afronta una época de expansión.

Mientras otros pueblos mantienen su particular lucha contra la despoblación, que en muchos casos ya parece haber ganado la batalla, esta pequeña localidad de 190 habitantes que pertenece a la provincia de Segovia por escasos dos kilómetros, ve cómo el pueblo crece con la construcción, tanto de casas para residencia habitual como de segunda vivienda. «En los últimos quince años se han hecho cincuenta casas en el casco urbano», destaca el alcalde la localidad, Teodoro Gutiérrez Pérez. A estas hay que añadir otras tantas que en dos años se han levantado en una urbanización algo alejada del pueblo que cuenta con 220 parcelas, todas ya vendidas.

« Tenemos escasez de terreno urbanizable. Se ha puesto el precio por las nubes porque no se vende nada», destaca con una mezcla de alegría y tristeza el regidor. «El problema de los pueblos –añade– es que hay muchas propiedades medio abandonadas, pero no se venden. Viene mucha gente solicitando terreno, pero no venden», critica Teodoro Gutiérrez.

Y es que la excelente ubicación de Martín Muñoz de la Dehesa, a escasos dos kilómetros de la localidad abulense de Arévalo y su polígono industrial, donde trabajan muchos de sus vecinos, ha hecho fijar las miras a mucha gente en este pequeño pueblo segoviano, que con una población bastante joven es la envidia de otros núcleos ya demasiado envejecidos. Sin embargo, otros jóvenes, ante la imposibilidad de hacerse una casa, deben salir del pueblo. Por eso, uno de los objetivos prioritarios «es poder disponer de terreno urbanizable para poder construir porque se me escapan jóvenes. A lo mejor tienen terreno junto al pueblo, pero no pueden edificar porque es rústico».

Un ‘boom’ inmobiliario que ha supuesto también un considerable aumento del casco urbano del pueblo. «Tenemos siete u ocho calles más que hace quince años», destaca Teodoro Guitiérrez. Aunque esta nueva urbanización también requiere inversión en aspectos como alcantarillado, alumbrado o acometida de agua «y no podemos hacer otras cosas porque, al ir creciendo, tenemos que ir haciendo todo eso... Pero es una suerte grandísima porque tenemos bastantes ingresos por impuestos y permisos de obras».
Una vez que estas necesidades básicas del pueblo se vayan cubriendo, el Ayuntamiento centrará su acción en otras inversiones como una pista polideportiva o «mejorar la imagen del pueblo» con la adecuación e incremento de las zonas verdes.

« Zona favorable»

Además, la cercanía con el polígono industrial de Arévalo y las buenas vías de comunicación con la autovía del Noroeste cruzando el término, la carretera CL-601 Madrid-Valladolid «a un paso» y la vía Madrid-Irún muy cerca permiten a Martín Muñoz de la Dehesa estar en «un punto muy bueno, muy bueno» que hace figurar a la localidad como «zona industrial favorable. De lo mejorcito que hay» para la expansión industrial. Aunque, por el momento, esto tendrá que esperar «porque Arévalo tiene un buen cinturón industrial».

Y es que la vida de los habitantes de Martín Muñoz de la Dehesa está íntimamente relacionada con la de sus vecinos abulenses, de los que les separan apenas dos kilómetros. De Ávila tienen el prefijo telefónico, en Arévalo trabajan muchas de sus gentes, allí deben acudir al centro médico y al colegio llegan de lunes a viernes la veintena de niños de la localidad después de que hace dos años se cerrasen las aulas del pueblo.

Incipiente movimiento asociativo

Los jóvenes y los mayores de Martín Muñoz de la Dehesa dan los primeros pasos para constituir asociaciones dirigidas a sendos colectivos

Isabel Jimeno.

Calle ajardinada de la localidad con la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del Castillo al fondo. / Isabel Jimeno

La Asociación de Mujeres Rurales Virgen de las Nieves ya lleva operando en Martín Muñoz de la Dehesa desde hace unos años. Entre otras actividades exclusivamente para el colectivo femenino, la agrupación también se esfuerza, con el apoyo económico del Ayuntamiento, en la organización de juegos y actividades, sobre todo para los más pequeños, en las fiestas de la Virgen de las Nieves. Y es que aunque estos festejos ahora están incluidos en los oficiales, lo cierto es que surgieron a través de la asociación de mujeres rurales, que han conseguido institucionalizar la fiesta en torno al último fin de semana de julio o el primero de agosto.

Las fiestas oficiales han pasado hace apenas un mes. Santa Águeda (el 5 de febrero) merece una celebración especial en Martín Muñoz de la Dehesa, que disfruta de cuatro días de fiesta gracias a la colaboración de todo el pueblo. Y es que si dos días los organiza el Ayuntamiento, los otros dos corren a cargo de los numerosos jóvenes, uno, y de los casados del pueblo, otro.

Y esos numerosos jóvenes han decidido este año prolongar su actividad durante todo el año. Todavía están dando los primeros pasos y estudian el enfoque que quieren dar a la recién constituida asociación con unos sesenta socios. Por ahora, en la antigua casa de los maestros que les ha cedido el Ayuntamiento, se reúnen, sobre todo los fines de semana. Allí tienen un local para ver películas, jugar o simplemente conversar con los amigos.

Locales municipales

Quien también ha decidido agruparse es el colectivo de jubilados, a los que el Consistorio de Martín Muñoz de la Dehesa también guía en los primeros pasos como agrupación, todavía carente de nombre propio. Con más de una treintena de socios, la asociación dispone de un local municipal para realizar sus actividades, entre ellas los talleres de memoria o la gimnasia de mantenimiento los jueves por la tarde, a la que también acuden personas más jóvenes.

Un emergente movimiento asociativo símbolo de la vida de Martín Muñoz de la Dehesa, que comienza a recuperar habitantes.

Con aire abulense

Pertenecientes hasta el siglo XIX a Ávila, Martín Muñoz de la Dehesa sigue teniendo una especial relación y vinculación con la provincia vecina

Isabel Jimeno.

Al acercarse por la carretera, desde lejos, las casas perecen formar una sola entidad. Están tan cerca que Martín Muñoz de la Dehesa y la cercana localidad abulense de Arévalo parecen un todo. Pero no, aunque lo cierto es que hay casas de este pequeño pueblo segoviano que están más cerca del polígono de Arévalo que las del propio municipio de Ávila.

Dos localidades diferentes de dos provincias distintas separadas por tan solo unos metros y una división administrativa y territorial que no ha impedido acabar con las especiales relaciones que siempre han existido y aún hoy existen entre ambas.

De hecho, hasta hace dos siglos Martín Muñoz de la Dehesa perteneció a la provincia de Ávila. Fue en 1833 cuando la nueva división territorial enclavó a esta localidad en tierras segovianas, aunque por ella pasean aires muy abulenses, sobre todo de Arévalo, donde muchos de sus vecinos acuden a trabajar, van a realizar compras y gestiones e incluso los niños acuden allí a sus clases.

Y es que aún hoy, el municipio sí continúa perteneciendo a la Comunidad de Villa y Tierra de Arévalo.
En cuestiones eclesiásticas, la dependencia fue abulense se prolongó hasta 1953, año en el que dejó de depender del Obispado de Ávila.

En los teléfonos
Y si se echa un vistazo a la guía telefónica, al igual que ocurre con otros pueblos de la zona, su teléfonos comienzan por 920, el distintivo abulense que da cobertura a los domicilios de Martín Muñoz de la Dehesa. En los últimos años, esa dependencia por su cercanía a Arévalo empieza a revertir en el pequeño municipio segoviano, donde la construcción de nuevas casas aumenta, y es que el terreno en el que se levantan los nuevos inmuebles se encuentra incluso más cerca de las factorías del polígono de Arévalo que muchas del propio pueblo abulense.

El agua, la prioridad

La presencia de arsénico en el agua obliga a los vecinos de Martín Muñoz de la Dehesa a acudir a un grifo en el depósito para abastecerse

Isabel Jimeno.

Calle central del Martín Muñoz de la Dehesa, con la iglesia al fondo. / I. JIMENO

A la fuente a por agua para beber, como se hacía antaño, antes de que el suministro llegase a las casas. Así están de nuevo, desde hace ya unos meses, en pleno siglo XXI, en Martín Muñoz de la Dehesa, pendientes de que se solucionen las dificultades de abastecimiento que padecen. Todo comenzó en el año 2005, cuando los niveles de arsénico presentes en el líquido elemento que llega a los grifos comenzaron a superar los límites considerados aptos para el consumo. Y no lo sobrepasan por poco, pues en algunos momentos llegan incluso a cuadruplicar esa tasa marcada por la ley como no perjudicial.

La conexión a la red de la mancomunidad río Eresma en enero del pasado año parecía poner fin a los problemas, pero debido a que la próxima localidad de Rapariegos -que también se abastece a través de esta canalización- está más alta y se quedaba sin agua, en Martín Muñoz de la Dehesa vieron cómo de nuevo el agua potable apta para el consumo dejaba de llegar otra vez a sus domicilios.

Un grifo instalado en el depósito al que sí llega el preciado elemento del río Eresma, sin elevada concentración de arsénico, es la solución que por el momento tienen en este pequeño pueblo segoviano en el límite de la provincia de Ávila, donde tienen que acudir para coger agua, pendientes de que se solucione uno de los problemas que más preocupa a sus vecinos y al Ayuntamiento de la localidad.

Mientras se encuentra una solución a algo tan importante como el abastecimiento, el Consistorio continúa trabajando en otros proyectos como la renovación de la red de tuberías o el asfaltado de varias calles.

Conseguir financiación para otras necesidades como el arreglo de los deteriorados tejados de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del Castillo, una vez que entre el alcalde y el teniente de alcalde han arreglado las campanas del templo, que han vuelto a dar vueltas después de más de veinte años, es otras de las metas del Ayuntamiento.

Además, entre los objetivos del alcalde, Teófilo González, también figura construir una nueva Casa Consistorial, ya que la actual es de pequeñas dimensiones y comparte dependencias con el consultorio médico. «Está muy deteriorado, tiene humedades, es pequeño y la gente tiene que esperar la consulta en el pasillo», explica el regidor, consciente de que «es un poco difícil» porque «es un pueblo pequeño y vale mucho dinero».

Un parque

Para ello es necesaria la aportación de otras instituciones, como la que ha hecho posible ejecutar actuaciones como la renovación del alcantarillado de la calle principal, acabando así con los problemas de absorción que presentaba, el arreglo del techo del pabellón multiusos o la plantación de árboles en este pueblo en el que sus vecinos reclaman un parque infantil.

Y es que, aunque pequeño, el municipio tiene un buen número de niños y, poco a poco, va creciendo. La proximidad a la industrial villa abulense de Arévalo permite que el caserío y el padrón de Martín Muñoz de la Dehesa, lentamente, vaya incrementándose.

Relaciones interprovinciales

Martín Muñoz de la Dehesa respira aire abulense al estar separada por tan sólo dos kilómetros de Arévalo

Elena Rubio Aragoneses Martín Muñoz de la Dehesa

Hace apenas una década, cuando el uso del teléfono móvil aún no estaba muy extendido, la mayoría de los ciudadanos se sabían muchos de los prefijos de las provincias del país. Con que alguien dijera los tres primeros números del teléfono muchos ya conocían de donde procedía la llamada. En la actualidad, Segovia tiene el prefijo 921, aunque no en todos los municipios de la provincia los números comienzan por estas cifras, sino que los que están más pegados a Ávila mantienen el prefijo de esta comarca, el 920.
Uno de esos pueblos es Martín Muñoz de la Dehesa, del que apenas dista dos kilómetros de la villa de Arévalo. Una localidad con la que los habitantes de este pueblo se sienten muy unidos por diferentes motivos. Por un lado, porque el cinturón industrial que posee esta localidad abulense da empleo a numerosos habitantes, porque los más pequeños del pueblo acuden allí al colegio a estudiar y porque muchos realizan sus compras en las tiendas de esta localidad de Ávila. Históricamente, la relación se mantiene hasta que la división territorial de 1833 hizo que el municipio quedara adscrito a tierras segovianas aunque hasta el año 1953 dependió del Obispado de Ávila.

Crecimiento

Pero esa relación tan directa con el núcleo de Arévalo también ha hecho que Martín Muñoz de la Dehesa haya tenido un crecimiento urbanístico espectacular en los últimos años, haciendo que el pueblo se haya ido expandiendo poco a poco porque han sido muchos los que han fijado su lugar de residencia en este municipio.

Unos nuevos vecinos que han rebajado la media edad del pueblo rejuveneciendo la población, algo que por desgracia no puede decirse en otras muchas localidades de la provincia. Y para este mayor número de vecinos, el Ayuntamiento también sigue ofreciendo servicios como ir asfaltando poco a poco las calles, renovar el alcantarillado o las tuberías de abastecimiento.

Durante los próximos meses también se realizarán nuevas obras en el municipio gracias a los 31.680 euros procedentes del Fondo Estatal de Inversión Local. Con este dinero se crearán cinco empleos en urbanizar la plaza de la localidad y mejorar la pista deportiva.

Fiestas

Hace algo más de un mes, la localidad de Martín Muñoz de la Dehesa celebró una de sus fiestas principales, la de Santa Águeda. No sólo lo celebran las mujeres de la localidad como en otros muchos municipios, sino que en este pueblo lo festeja toda la población. Los actos de dos días los suele organizar el Ayuntamiento mientras que los otros corren a cargo de sus habitantes. Para que gusten a todo el mundo, uno de los días los hacen los solteros y otro, los casados del pueblo.