Alconada de Maderuelo

Los ramos en las puertas

Vecinos y veraneantes ayudan a mantener las tradiciones en Alconada de Maderuelo

Texto y fotografías de Isabel Jimeno.

Cercano al pantano de Linares, Alconada de Maderuelo este año no puede disfrutar del agua embalsada. La fuerte sequía que azota la provincia ha alejado el preciado elemento de la puerta de sus casas.

No tienen problemas de abastecimiento, pero los vecinos se quejan de la mala calidad, «con mucha cal», del nuevo pozo que abastece al pueblo una vez que el antiguo sondeo no cuenta con suficiente caudal para abastecer a la población. «Tenemos que pensar en otro sondeo y tendríamos suficiente», apunta Emilio, uno de los vecinos. «El agua es malísimo. Ya no nos queda bien el guiso, tenemos que ir a la fuente a por agua como antiguamente porque con esta, como tiene mucha cal, no se cuecen», advierte Pilar, una de las vecinas de Alconada de Maderuelo. «Y yo para beber también lo cojo de la fuente», añade otra de las mujeres de la localidad.

A por agua a la fuente

Este cambio de sondeo de abastecimiento ha hecho que este verano el ir y venir a la fuente, en la salida del pueblo, sea mayor. Precisamente adecentar esa entrada del pueblo, donde se encuentran la antigua fragua y los lavaderos, es otro de los proyectos del Ayuntamiento, que también trabaja en la reforma de una nave municipal para convertirla en salón multiusos.

Y es que las frías fechas en las que se celebran unas de las fiestas, el fin de semana más próximo al 11 de noviembre, festividad de San Martín de Tours, requieren contar con un local para celebrar los festejos. Por ahora, el gran salón de Emilio se convierte en sala de fiestas. «Ya se nos queda pequeño porque vienen orquestas muy grandes», advierte el dueño. «La ventaja que hay es que las orquestas en ese tiempo cuestan muy poco y además viene mucha gente porque no hay otras fiestas», comentan los mayores, que aún así añoran las celebraciones de hace años, cuando San Martín, patrón del pueblo, era un día grande «porque era una época en la que había menos trabajo, aunque hacía mucho frío».

Es en la otra fiesta, en la de San Luis Gonzaga, el 21 de junio, donde la tradición, con altos y bajos en el camino, se mantiene. «Es la fiesta de la juventud, porque es su patrón», advierte Pilar, a la que se le iluminan los ojos de ilusión al recordar los actos de esos días. «La noche de antes, los mozos se reúnen y hacen ramos con plantas, con las ramas de los chopos y los colocan encima de la puerta de cada chica. Al día siguiente, después de la misa, de la procesión y del remate de palos, los chicos acompañan a los dulzaineros y van recorriendo las casas de cada moza y le tocan una pieza, le sacan a bailar y, la chica, les invita a pasteles. Es una cosa preciosa», apunta Pilar, emocionada.

Gracias a la gente del pueblo y los numerosos foráneos que acuden al pueblo, la tradición se puede mantener. Y es que, con una veintena de personas viviendo a diario en invierno, y menos de diez en la pedanía de Alconadilla, en el municipio son conscientes de que en un futuro el pueblo «se quedará para los fines de semana y vacaciones», señala el alcalde, Francisco Javier Cáceres Águeda, satisfecho con el repunte en la construcción que vive Alconada de Maderuelo en los últimos años.

Ramos por San Luis

Los chicos de Alconada de Maderuelo enraman la puerta de las solteras la noche anterior a la fiesta de la juventud

Texto y fotografías de Isabel Jimeno

Como en otros pueblos, la fiesta se ha trasladado al fin de semana más próximo al 21 de junio, pero la tradición se mantiene más o menos intacta pese al paso de los años. Continúa siendo una fiesta tradicional, en la que los actos que les enseñaron sus antepasados se siguen manteniendo.
El día grande en honor de San Luis Gonzaga es el sábado, pero la preparación comienza el día antes, cuando los jóvenes se dirigen a la arboleda para recoger ramas. Y por la noche, horas de trabajo y fiesta para decorar el pueblo. Puerta a puerta, van colocando los ramos o formando los arcos con las ramas en la casa de las jóvenes solteras.

Con esta bonita estampa amanece Alconada de Maderuelo el sábado más próximo al 21 de junio, que despierta con el pasacalles. Los jóvenes, protagonistas de la fiesta en honor del patrón de la juventud, acompañan a los músicos en el paseo musical por las calles del pueblo. La ronda va calentando el ambiente festivo.

Y a cada puerta de las mozas enramadas, una pieza las saca a la calle para bailar con los chicos, a los que siempre ofrecen unas rosquillas y algo de beber para que puedan continuar con la ronda por Alconada de Maderuelo.

De ahí, a los actos litúrgico con la misa y la procesión con San Luis Gonzaga por las calles del pueblo. Y antes de regresar de nuevo al templo de San Martín de Tours, el remate. Primero subasta de los palos de las andas del santo para saber quiénes tendrán el privilegio de introducir en la iglesia al patrón de la juventud.

Después, otro remate, el de las bandejas de florones y rosquillas que unas señoras del pueblo siempre elaboran por estas fechas y donan para que sean subastadas el día de la fiesta y así obtener dinero para afrontar los arreglos de la iglesia.

Tras la comida en familia, tarde de juegos de cartas e infantiles, alguna actuación teatral o de danzas y la orquesta por la noche en la plaza hasta altas horas de la madrugada.

En las otras fiestas, las de San Martín de Tours, el fin de semana más próximo al 11 de noviembre, las bajas temperaturas obligan a refugiar la música y algunas competiciones en el local de la asociación cultural La Calera, que también sirve de centro de reunión el domingo para la multitudinaria comida en la que se llegan a juntar cerca de ciento cincuenta personas.

Aunque hace frío, los vecinos también salen a la calle para acompañar al patrón en la procesión y disputar los campeonatos de bolos o chito que siempre cuentan con buena participación, pese al reducido número de vecinos de Alconada de Maderuelo.

Torta sobada y vinos

Un refresco reunía a los vecinos para celebrar las bodas que había en Alconada de Maderuelo

Texto y fotografías de Isabel Jimeno

Sentados a la sombra, en los bancos «de por la mañana», José, Ambrosio, Paco y Emilio esperan la hora de irse a comer. Falta poco para que el reloj marque las tres. Pero antes, hacen un esfuerzo, bucean en su memoria y recuerdan aquellos tiempos pasados, los de su juventud, en los que cualquier motivo era excusa para la celebración. Eran años en los que en el pueblo había mucho trabajo en el campo, donde las labores se hacían a mano, pero también había más diversión.

Eran tiempos en los que la cifra de habitantes superaba ampliamente el escaso medio centenar que ahora engrosa el censo. Y buena parte de ellos eran jóvenes. En ellos recaían algunas de las tradiciones que ahora estos mayores recuerdan, entre ellas las bodas. Esas celebraciones que ya apenas tienen lugar en Alconada de Maderuelo y que, quizá, por eso añoran José, Ambrosio, Paco y Emilio.

No eran bodas como las de ahora. Eran celebraciones más familiares, pero en las que también se daba cabida el resto del pueblo para disfrutar del feliz acontecimiento. «¿Duraban dos días!», apunta Emilio.

Baile

Después de misa y antes del baile, las campanas de la iglesia anunciaban que comenzaba el refresco al que estaban invitados todos los vecinos: hombres y también mujeres. En la calle, si hacía bueno, o en un sitio cubierto, se reunían cada uno con la merienda que llevaban para acompañar al vino y la torta sobada que les daban para que todo el pueblo celebrase también la boda. Después, todos también al baile a seguir disfrutando de la boda.

Y el segundo día, la tradición mandaba en Alconada de Maderuelo que los novios tenían que dar una propina a los padrinos y a los invitados al enlace, ya que si no lo hacía, les tiraban al pilón con agua que había a las afueras del pueblo. «A algunos aunque la daban, también se le echaba», recuerda Emilio, que de joven disfruto de varias bodas, se lo pasó muy bien en los refrescos y el baile de diversos enlaces y vio como más de una pareja, después de los postres del segundo día de celebración, terminaba en el agua de la poza para cumplir con la tradición.

Con un nuevo Ayuntamiento

La construcción del edificio evitará desplazamientos a los vecinos

MÓNICA RICO | ALCONADA DE MADERUELO.

Una calle de la localidad y, al fondo, la iglesia. :: M. RICO

A pesar del menos de medio centenar de vecinos que se cuentan entre las localidades de Alconada de Maderuelo y Alconadilla, dependiente de la primera, desde el Ayuntamiento se trabaja en ofrecer los mejores servicios en calidad y cantidad suficiente para que los habitantes tengan la mejor calidad de vida posible.
Uno de los proyectos más importantes que se ha ejecutado en este mandato es el acondicionamiento de la zona conocida como 'Las Praderas', un lugar donde se instalaron columpios y otros juegos para el disfrute de los pocos niños del municipio, pero también de aquellos que regresan en verano y los fines de semana, ya que sobre ellos puede estar el futuro del municipio.

En este área también se incluyeron mesas para las meriendas y máquinas de ejercicios para adultos, ya que tampoco hay que olvidar al presente de la localidad. Además, en un futuro se pretende instalar en esta zona una pista deportiva, pero cuando se cuente con financiación externa, ya que los recursos propios son muy escasos.

Además, uno de los principales proyectos de este mandato es la puesta en marcha de unas nuevas instalaciones que alberguen el Ayuntamiento, ya que el anterior se encontraba en muy mal estado. El edificio albergará un despacho para la alcaldesa y el secretario y está previsto la inclusión de una zona de archivo, un salón de actos y el consultorio médico, con sala de espera y aseos, con el fin de centralizar los servicios en el municipio y que, especialmente los más mayores, no tengan que desplazarse a distintos puntos de la localidad para realizar sus consultas. Esta obra cuenta con un presupuesto de 84.000 euros, aproximadamente.

La alcaldesa, María Pilar Berzal, manifestó la importancia de la construcción de un nuevo edificio para el Ayuntamiento, teniendo en cuenta que gracias a la obra, el secretario de la Corporación prestará sus servicios un día a la semana en el municipio, mientras que hasta el momento había que desplazarse hasta la vecina localidad de Campo de San Pedro para realizar las gestiones que requerían su asistencia, ya que ofrece sus servicios a varios municipios de la zona. Hasta la finalización de las obras de las nuevas instalaciones, el secretario atenderá en la sede de la Asociación Cultural La Calera.

La regidora también manifestó que esta infraestructura ha supuesto un gran esfuerzo, tanto en la construcción del edificio como con la compra del equipamiento necesario para favorecer el trabajo en el municipio, lo que se verá recompensado con la prestación de un mejor servicio.

Agua y ornamentos

Además de esta importante infraestructura, desde el Ayuntamiento se han ejecutado otras mejoras, como el acondicionamiento de las calles colindantes al cementerio municipal, así como las zonas de la fragua o el lavadero, para el uso y disfrute de los vecinos.

Asimismo se ha instalado iluminación ornamental en las iglesias de Alconada y Alconadilla, un municipio que, por otra parte, está viendo cómo mejora parte de su red de abastecimiento, tras el arreglo del depósito de agua. En la actualidad, se está a la espera de recibir más subvenciones con el fin de concluir el acondicionamiento y cambio de las antiguas redes de saneamiento por otras más modernas.

La escasez de presupuesto no se centra únicamente en las obras y servicios municipales, sino también para la realización de actividades culturales, de ocio y tiempo libre, tanto en Alconada de Maderuelo como en Alconadilla. La gran participación vecinal suple en buena parte esta carencia, así como la organización, por parte de las asociaciones, de actividades, algunas de ellas incluidas dentro de la semana cultural de verano, donde se han realizado concursos, competiciones de juegos autóctonos e iniciativas para los niños.